20130630

Paradoja.

Pasan los días, las tardes y las noches tan rápido como pasa un avión por el cielo.
Ya es julio, ya es invierno, ya es domingo y mañana lunes. Reloj incontrolable y lamentable.
Vivir días, tardes y noches eternas e innalterables llenas de placer
son la razón de que el momento pase así de veloz.
Vivir lapsos de sufrimiento no muy cortos logra que el tiempo se estanque.
Pero...
¿qué es una noche llena de placer o una tarde eterna o un día innalterable?
¿por qué cuando uno sufre el tiempo se vuelve eterno?
Una noche llena de placer es sentir el calor de tu cuerpo junto al mío.
Una tarde eterna es apreciar tu suave rostro nítido al atardecer.
Un día innalterable es observar tu pelo despeinado y con delicadeza acariciar tus dulces labios.
 Y mi tiempo se vuelve eterno porque no tengo el calor de tu cuerpo junto al mío, 
ni puedo apreciar tu suave rostro nítido al atardecer.
ni observar tu pelo despeinado y acaricar tus dulces labios.

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